lunes, 13 de octubre de 2014

¿Que es la DIABETES?

Comencemos por saber que es la diabetes y cuáles son los tipos que existen, causas,  diagnósticos, tratamientos y cuidados:


DEFINICIÓN DE DIABETES

Del latín diabētes, que deriva de un vocablo griego que significa “atravesar”, la diabetes es una enfermedad metabólica que ocasiona diversos trastornos, como la eliminación de orina en exceso, la sed intensa y el adelgazamiento. Existen dos tipos de diabetes que no tienen ningún tipo de relación patológica pero que comparten las manifestaciones clínicas mencionadas: la diabetes mellitus (el tipo de diabetes más usual) y la diabetes insípida

En medicina, el término diabetes comprende un grupo heterogéneo de enfermedades que sólo tiene en común la excreción de volúmenes excesivos de orina (poliuria) acompañada de una sed incontrolada (polidipsia).
Generalmente se refiere a su subtipo más común, la diabetes mellitus, un grupo de trastornos metabólicos caracterizados por la presencia persistente de concentraciones elevadas de glucosa en el  plasma sanguíneo
Intolerancia a la glucosa:
La intolerancia a la glucosa es una forma de prediabetes en la que el individuo tiene valores elevados de glucosa en sangre sin llegar a los valores de una diabetes mellitus tipo 2. El término comenzó a emplearse en 1979 cuando la Organización Mundial de la Salud y otros grupos internacionales reemplazaron los términos borderline, diabetes química odiabetes mellitus asintomática. En 1997 un comité de expertos pertenecientes a la Asociación Americana de Diabetes recomendaron los siguientes criterios para el diagnóstico de una intolerancia a la glucosa:
·         Una glucosa en ayunas entre 100 y 125 mg/dl, y con niveles >140 mg/dl de glucosa posprandial (medidos a las 2 horas después de una toma de 75 g de glucosa por vía oral) pero sin llegar a 200 mg/dl.

El problema de la resistencia a la insulina.

Los pacientes con Diabetes tipo 2 y los de la Intolerancia a la Glucosa comparten un mismo problema denominado "resistencia a la insulina". Los tejidos de su cuerpo se han vuelto insensibles a los efectos de la insulina (una hormona que mete la glucosa a las células donde es utilizada como energía). Al principio la resistencia a la insulina es moderada y la intolerancia a la glucosa es asimétrica pero conlleva un riesgo muy alto de desarrollar Diabetes tipo 2 en el futuro. La intolerancia a la glucosa puede durar 7-10 años antes de que aparezca la Diabetes tipo 2. Muchas veces pasa sin diagnosticar hasta que no se desarrolla una verdadera Diabetes, incluso muchas personas con Diabetes puede que tampoco tengan síntomas y el diagnóstico se retrase varios años pudiendo aparecer complicaciones diabéticas al diagnóstico.

Cuanto más temprano el diagnóstico, mejor.

El diagnóstico precoz de Intolerancia a la Glucosa puede ser muy beneficioso. En primer lugar, es importante conocer que la intolerancia a la glucosa conlleva un riesgo aumentado de padecer enfermedad coronaria y trombosis cerebral. Además es importante descartar la existencia de hipertensión o elevación del colesterol sanguíneo para que se establezca el oportuno tratamiento si fuese necesario. Los pacientes que no se diagnostican hasta que tienen diabetes franca puede que ya padezcan una enfermedad coronaria importante. Solamente 1 de 4 personas con intolerancia a la glucosa desarrolla Diabetes, e incluso puede haber pacientes que su intolerancia sea reversible. Modificando su plan de alimentación y ejercicio físico puede que frene o incluso detenga el proceso que lleva a Diabetes. Los factores de riesgo para la Intolerancia a la Glucosa y para la Diabetes son los mismos: todas las personas deben de ser examinadas para despistar la presencia de ambas si se cumplen estas condiciones:
   * Mayores de 50 años y que tengan un factor de riesgo origen hispánico, africo-americanos o indios americanos.
   * Historia familiar de Diabetes.
   * Presencia a obesidad central.
   * Hábito de vida sedentario.
   * Historia de Diabetes gestacional.
   * Historia de Hipertensión.
   * Triglicéridos elevados o descenso del HDL - colesterol.

El tratamiento precoz es crucial.

La evolución de la Intolerancia a la Glucosa y la Diabetes puede modificarse mediante el cambio de hábitos alimenticios y de ejercicio físico y si es necesario con la toma de medicamentos. Entre las complicaciones que pueden ocurrir una vez que la Diabetes aparece están las enfermedades coronarias, trombosis cerebrales, problemas de visión, enfermedad renal, enfermedades por afectación de los nervios y de circulación periférica. Todo esto puede retrasarse e incluso evitarse con el tratamiento precoz adecuado. Además un tratamiento precoz adecuado con un buen control glucémico puede también retrasar la necesidad del tratamiento con insulina.

Cuanto más avanzada esté la Diabetes puede necesitar tratamientos más complejos.

Así es normal que según pasan los años su Diabetes progrese y necesitará de más de un tipo de medicamentos. En las fases muy tempranas su páncreas puede compensar la resistencia a la insulina mediante la producción de enormes cantidades de insulina pero esto lleva al agotamiento y cuando esa compensación no sea eficaz entonces necesitará algún tipo de medicación oral. A pesar de que mantenga un buen control de la Diabetes en muchas cosas, puede llegar el caso de que para mantener un control de su glucemia adecuado precise de añadir insulina a su tratamiento o incluso pasar a estar tratado exclusivamente con insulina.

Tipos de Diabetes:
·         Diabetes mellitus, incluyendo: y puede referirse a:
·         Diabetes mellitus tipo 1
·         Diabetes mellitus tipo 2
·         Diabetes mellitus tipo 2.5
·         Diabetes mellitus tipo 1.5
·         Diabetes mellitus gestacional
·         Diabetes tipo MODY
·         Diabetes insípida
·         Diabetes renal o glucosuria renal
·         Cistinosis o amino-diabetes
·         Fosfato-diabetes, incluyendo el síndrome de Fanconi.
Diabetes Mellitus Tipo 1:
La diabetes mellitus tipo 1  o también conocida como diabetes juvenil o diabetes mellitus insulinodependiente, es una enfermedad autoinmuney metabólica caracterizada por una destrucción selectiva de las células betadel páncreas causando una deficiencia absoluta de insulina.  Se diferencia de la diabetes mellitus tipo 2 porque es un tipo de diabetes caracterizada por darse en época temprana de la vida, generalmente antes de los 30 años. Sólo 1 de cada 20 personas diabéticas tiene diabetes tipo 1, la cual se presenta más frecuentemente en jóvenes y niños. La administración de insulina en estos pacientes es esencial, ya que el páncreas no produce la insulina. La diabetes tipo 1 se clasifica en casos autoinmunes—la forma más común—y en casos idiopáticos.  La diabetes tipo 1 se encuentra entre todos los grupos étnicos, pero su mayor incidencia se encuentra entre poblaciones del norte de Europa y en Cerdeña. La susceptibilidad a contraer diabetes mellitus tipo 1 parece estar asociada a factores genéticos múltiples, aunque solo el 15-20% de los pacientes tienen una historia familiar positiva.
Los pacientes con diabetes tipo 1 forman parte de los “Grupos de riesgo” que obligan a la evaluación exhaustiva de la presencia de una posible Enfermedad Celíaca (EC) subyacente, cuya asociación es muy frecuente. Ambas enfermedades comparten la misma base genética y mecanismos inmunológicos comunes.
Es muy importante la detección de una posible EC asociada, pues el tratamiento con la dieta sin gluten (DSG), si bien no es capaz de curar la Diabetes tipo 1, facilita enormemente la consecución de un mejor control metabólico, ayuda a prevenir ciertas complicaciones, mejora la calidad de vida de los pacientes, reduce notablemente las necesidades de insulina y en el caso de los niños, estos recuperan el crecimiento normal, ganan peso y mejoran su IMC (índice de masa corporal)
Epidemiologia:
La diabetes tipo 1 puede ocurrir a cualquier edad; sin embargo, se diagnostica en muchos pacientes antes de los 20 años. Pero en la actualidad encontramos una serie de cambios en este aspecto ya que se ha visto una gran diversidad y aumento en las edades de los pacientes con este padecimiento desde personas de edades avanzadas a las comunes que son niños y adolescentes en todo el mundo, dejando atrás ser llamada Diabetes Infantil Tipo 1.
Etiología:
La causa exacta se desconoce. La genética, el gluten, los virus y los problemas autoinmunitarios pueden jugar un papel.
Se presenta muy frecuentemente asociada a la Enfermedad Celíaca (EC). Ambas comparten una misma base genética y mecanismos inmunológicos comunes.
La diabetes tipo 1 y la enfermedad celíaca comparten los mismos genes de susceptibilidad, HLA-II predominantemente, e incluso alguno del tipo I. En concreto, la diabetes tipo 1 está fuertemente asociada con el haplotipo DR3-DQ2 y también con el DR4-DQ8, aunque con menor frecuencia que el anterior, al igual que ocurre en alrededor de 50 enfermedades diferentes. En todas ellas se ha podido comprobar que existe un aumento de la permeabilidad intestinal al paso de diferentes antígenos, entre ellos el gluten, que pueden desencadenar la aparición de estas enfermedades asociadas
La Enfermedad Celíaca asociada con la diabetes tipo 1 puede ser asintomática, o en una gran parte de los casos presentarse sólo con síntomas leves.
 Existen varias líneas de evidencia que atribuyen al papel que la Enfermedad Celíaca representa como principal factor causal para el desarrollo y aparición de diversas enfermedades autoinmunes.11 Estos datos sugieren que la prevalencia de enfermedades autoinmunes se relaciona con la duración de la exposición al gluten, ya que los niños diagnosticados de EC antes de los 2 años no suelen presentar una incidencia aumentada de procesos autoinmunes. Al contrario, cuando la enfermedad se diagnostica tardíamente en la infancia o en la juventud, se estima que el riesgo relativo de presentar algún proceso auto inmunitario asociado a lo largo de la vida es de unas 7 veces mayor.
Los resultados de distintos estudios sugieren que diversas enfermedades autoinmunes, como la diabetes mellitus tipo 1, podrían ser evitadas a través de una diagnóstico temprano de la Enfermedad Celíaca y en aquellos pacientes con enfermedades autoinmunes establecidas, la instauración de una dieta sin gluten (DSG) puede ofrecer un mejor control y una mejoría de sus sintomatología.
 Otros factores ambientales afectan a la presentación de la diabetes mellitus tipo 1. Esta clase de factores pueden ser virus (Rubeola congénita, parotiditis y coxsackieB), que pueden provocar el desarrollo de una destrucción autoinmunitaria de células B. Otro de los factores podría ser la exposición a la leche de vaca en lugar de la leche materna en la lactancia (una secuencia específica de la albúmina procedente de la leche de vaca, puede presentar reacción cruzada con proteínas de los islotes).

Diabetes mellitus tipo 2 (DM-2)

Es un mecanismo complejo fisiológico, aquí el cuerpo sí produce insulina, pero, o bien, no produce suficiente, o no puede aprovechar la que produce y la glucosa no está bien distribuida en el organismo (resistencia a la insulina), esto quiere decir que el receptor de insulina de las células que se encargan de facilitar la entrada de la glucosa a la propia célula están dañados. Esta forma es más común en personas mayores de 40 años aunque cada vez es más frecuente que aparezca en sujetos más jóvenes, y se relaciona con la obesidad; anteriormente llamada diabetes del adulto o diabetes relacionada con la obesidad. Puede estar presente con muy pocos síntomas durante mucho tiempo. Esta diabetes se relaciona con corticoides, por hemocromatosis.
La diabetes tipo 2 también aparece con cierta frecuencia asociada a la Enfermedad Celíaca. Los pacientes con diabetes tipo 2 presentan por lo general una enteritis linfocítica en la biopsia duodenal.
El tratamiento de la Enfermedad Celíaca con la dieta estricta sin gluten favorece la mejoría de la diabetes tipo 2.
Fisiopatología:
La diabetes es una enfermedad autoinmune crónica para la que aún no existe ninguna cura. En este tipo de diabetes quedan afectadas las células β del páncreas, que producen poca o ninguna insulina; hormona que permite que el azúcar (glucosa) ingrese en las células del cuerpo. Consecuentemente, se da una acumulación de glucosa en el torrente sanguíneo que presenta efectos citotóxicos tales como la glicosilación no enzimática; la glucosa se une a moléculas como la hemoglobina o los lipopolisacáridos de las paredes de los vasos sanguíneos y las lipoproteínas de la sangre, causando su acumulación y la aparición de ateromas. Además, al no poder usarse la glucosa como combustible metabólico, se favorece la digestión de lípidos y proteínas que aportan menor cantidad de energía apareciendo síntomas de polifagia (sensación de hambre) y de adelgazamiento. El uso de las grasas como fuente energética provoca la liberación de ácidos grasos, que son oxidados a AcetilCoA. Altos niveles de AcetilCoA saturan el ciclo de Krebs, obligando a que el AcetilCoA siga la ruta de síntesis de cuerpos cetónicos. El exceso de cuerpos cetónicos provoca cetoacidosis, que origina graves problemas pudiendo conducir al coma o, incluso, a la muerte. Por último, el exceso de glucosa es eliminado en la orina junto a gran cantidad de agua aumentando la diuresis y la sensación de sed (poliuria y polidipsia).
El proceso de desarrollo de la diabetes tipo 1 es gradual, pudiendo ser necesarios varios años antes de que se manifieste clínicamente. La enfermedad se desarrolla por el ataque del sistema inmune contra las propias células beta del páncreas, encargadas de producir la insulina. Esto puede deberse:
1.            Susceptibilidad o predisposición genética. Esto se debe a mutaciones en el complejo mayor de histocompatibilidad (MHC) de células presentadoras de antígenos o en proteínas de linfocitos; pudiendo quedar alterada la ruta de presentación de antígenos. El resultado podría ser organismos viables, pero que no pueden sobrevivir ante un cambio ambiental desfavorable. Esto ocurre en la diabetes tipo 1; dentro de una familia de riesgo (en la que existan estos genes mutados), por azar puede encontrarse un individuo que haya heredado las mutaciones que afectan a la presentación del antígeno y que le confieren susceptibilidad a esta enfermedad. Debido a que la presentación se efectúa por variedades de moléculas inapropiadas (mutadas), los linfocitos activados no solo actúan sobre las células que presentan el antígeno determinado, sino que se pierde la especificidad frente al antígeno y los linfocitos actúan también sobre células no infectadas, reconociendo moléculas propias como agentes externos.
2.       Además, parece necesario que ocurra un factor desencadenante ambiental (infección viral, estrés, toxinas, etc.), tras el cual, aparece el proceso inmunitario frente a las propias células beta, que son destruidas. La hipótesis más defendida es la infección viral. Cuando un virus infecta una célula β del páncreas se activa la respuesta inmune. Los macrófagos responden de manera inespecífica frente al agente externo y presentan el antígeno mediante interacciones entre proteínas a los linfocitos, que quedan activados. Los linfocitos Tc son los encargados de actuar de manera específica sobre las células que contienen el determinado antígeno e inducen la respuesta citotóxica, que produce la muerte celular de las células infectadas. Sin embargo, en la diabetes tipo 1 las proteínas que intervienen en la presentación del antígeno están modificadas, lo que conlleva que los linfocitos Tc no actúen de manera específica, activando la respuesta citotóxica frente a células β no infectadas.
3.      La reacción inmunitaria está mediada por anticuerpos (reacción humoral) y células (reacción celular), habiéndose detectado autoanticuerpos frente a proteínas presentes en la superficie de las células beta, como la descarboxilasa del ácido glutámico (GAD), que es similar a una proteína del virus Coxsackie B, potencialmente implicado en el desarrollo de la diabetes. Otros anticuerpos incluyen los IA2, dirigidos contra una fosfatasa presente en el interior de las células beta, y anticuerpos contra la propia insulina. Estos anticuerpos pueden ser detectados en el suero de los pacientes meses y años antes del desarrollo de la enfermedad, y se han convertido en marcadores de un estado conocido como prediabetes.

Cuadro Clónico:
Los posibles síntomas abarcan:
·         Fatiga
·         Aumento de la sed (polidipsia)
·         Aumento de la micción (poliuria)
·         Aumento del apetito (polifagia)
·         Náuseas
·         Vómitos
·         Pérdida de peso a pesar del aumento del apetito
·         Cambios de humor
·         Perdida del sueño
·         Visión borrosa
·         Ansiedad
·         Perder la sensibilidad o sentir hormigueo en los pies
·         Cara enrojecida
Todo depende de cada persona y tipo de metabolismo.
Diagnostico:
Los siguientes exámenes se pueden utilizar para diagnosticar la diabetes:
·         Análisis de orina muestra: la glucosa y los cuerpos cetónicos en la orina
·         Examen de sangre para el diagnóstico:
·         La glucosa en sangre en ayunas deber ser de 126 mg/dl o más en dos ocasiones.
·         La glucosa aleatoria (sin ayunar) en la sangre excede los 200 mg/dl y el paciente tiene síntomas como aumento de la sed, de la micción y fatiga (esto se debe confirmar con examen en ayunas).
·         El examen de insulina (nivel bajo o indetectable de insulina).
·         Niveles de hemoglobina glicosilada (HbA1c) cada 3 a 6 meses.
Los pacientes con Diabetes tipo 1 forman parte de los “Grupos de riesgo” que obligan a la evaluación de la presencia de una posible Enfermedad Celíaca (EC) asociada subyacente, tal como se recoge en la página 39, tabla II, del protocolo para el Diagnóstico precoz de la enfermedad celíaca del Ministerio de Sanidad de España y se desarrolla en la página 35, al hablar de la secuencia de actuación en Atención Primaria:
“La historia clínica y el examen físico son la piedra angular para orientar el diagnóstico en el ámbito de la atención primaria. Éste debe de sustentarse en el conocimiento de los distintos patrones de presentación de la enfermedad, incluyendo las formas atípicas, paucisintomáticas o monosintomáticas, sin duda las más frecuentes hoy en día. La pertenencia a grupos de riesgo también debe de alertar al médico de atención primaria.”
Se recomienda que a todos los niños diabéticos se les hagan revisiones analíticas para despistaje de EC no sólo al diagnóstico, sino una vez al año, todos los años, ya que la serología de celíaca (anticuerpos específicos en sangre) puede hacerse positiva en cualquier momento de su evolución. Además, hay que tener en cuenta que la Enfermedad Celíaca asociada con la diabetes tipo 1 puede ser asintomática, o en una gran parte de los casos presentarse sólo con síntomas leves, y que los anticuerpos pueden ser negativos en la mayoría de los casos, especialmente en niño mayores de 2-3 años.
Se deben hacer marcadores genéticos de Enfermedad Celíaca al diagnóstico de la diabetes fundamentalmente el HLA-DQ2 y el HLA-DQ8, ya que su presencia es una condición necesaria, aunque no suficiente para este diagnóstico.
Ante la duda de la posible existencia de una Enfermedad Celíaca, debe ser enviado el paciente al especialista de Digestivo (infantil o de adulto) para que haga las pruebas necesarias (gastroscopia con biopsias duodenales) para confirmar el diagnóstico.
La Enfermedad Celíaca (EC) es un trastorno autoinmune, caracterizado por la presencia de síntomas gastrointestinales y/o multi-sistémicos, con una frecuente asociación de enfermedades autoinmunes, como la Diabetes tipo 1.
Contrariamente a lo que antes se pensaba, la Enfermedad Celíaca no se trata de una enfermedad únicamente digestiva, sino que presenta una frecuente afectación sistémica, en la que se asocian síntomas muy variados, ya que se combina con otros procesos patológicos que incluyen diversos órganos y sistemas. Incluso una parte de enfermos celíacos son completamente asintomáticos a nivel digestivo, por períodos de tiempo prolongados. Estas múltiples enfermedades asociadas, entre las que figura la Diabetes tipo 1, suelen preceder a la aparición de la Enfermedad Celíaca, aunque también pueden manifestarse simultáneamente e incluso después del diagnóstico.
No obstante, actualmente representa un importante obstáculo la dificultad para la identificación y el diagnóstico de la Enfermedad Celíaca. Pese a que es una de las enfermedades con base genética más frecuentes, con una prevalencia media del 2% en la población general y que puede debutar a cualquier edad de la vida, está claramente subestimada e infradiagnosticada, con aproximadamente un 70-90 % de los casos sin diagnosticar en la actualidad. La media estimada de tiempo que transcurre desde el comienzo de aparición de los síntomas hasta que el paciente consigue el diagnóstico es de unos 20 años. Esta situación se puede explicar teniendo en cuenta que, a pesar de los avances realizados en los últimos años en la identificación de las múltiples manifestaciones de la Enfermedad Celíaca y a la reforma de los protocolos diagnósticos, estos conocimientos aún no han llegado a la mayoría de profesionales a los que acude a consultar el paciente por las molestias variadas y diversas que presenta. Las presentaciones predominantes en niños mayores de 2-3 años, jóvenes y adultos, cursan con afectación digestiva menor y/o intermitente, síntomas atípicos y abundantes manifestaciones extra-digestivas, con ausencia de anticuerpos específicos en sangre (transglutaminasa tisular o TGt < 2-3 U/ml) y con biopsias duodenales que presentan cambios mínimos, sin atrofia vellositaria (Marsh 1). Los casos de presentación clásica, que incluyen manifestaciones de un síndrome de malabsorción grave con esteatorrea y signos demalnutrición, serología positiva (presencia de anticuerpos en sangre) y atrofia vellositaria, son prácticamente excepcionales, especialmente a partir de la edad de 2 años. Incluso una parte de enfermos celíacos son completamente asintomáticos a nivel digestivo, por períodos de tiempo prolongados.
Merece especial atención la situación en Pediatría, donde más casos pasan sin diagnosticar. Existe la creencia de que los especialistas en enfermedades de los niños son los profesionales que más casos detectan, si bien la realidad es que el anclaje en las ideas clásicas sobre la Enfermedad Celíaca, la aplicación sistemática de protocolos desfasados, la reticencia a someter a los niños a pruebas invasivas y el miedo a prescribir una dieta “de por vida”, dan como resultado que la mayoría de casos de celiaquía pasen desapercibidos durante la infancia.
Es importante que el paciente conozca esta problemática para que pueda participar de forma activa en la consecución de una mejor calidad de vida, utilizando las estrategias a su alcance, que pasan por la búsqueda de una atención médica especializada y el conocimiento del avance en la identificación de las variadas manifestaciones de la Enfermedad Celíaca y de las recientes modificaciones de los protocolos diagnósticos. El aumento de la capacidad de las personas para comprender y participar en su atención médica es una prioridad internacional.
Tratamiento:
Los objetivos inmediatos del tratamiento son tratar la cetoacidosis diabética y los altos o bajos niveles de glucemia(hiperglicemia e hipoglicemia según refiere). La aparición de los síntomas graves de la diabetes es súbita y de gravedad, por lo que es posible que las personas necesiten permanecer en el hospital. Las personas que la padecen deben recibir inyecciones diarias de insulina. Es muy importante el tratamiento médico de las personas con diabetes, ya sea tipo del tipo 1 ó 2, para evitar problemas y mejorar la vida de las personas con esta enfermedad.
Los objetivos a largo plazo del tratamiento son:
·         Prolongar la vida
·         Reducir los síntomas
·         Prevenir complicaciones relacionadas con la diabetes, tales como ceguera, insuficiencia renal, cardiopatía y amputación de extremidades.
Estos objetivos se logran a través de:
·         Autocontrol cuidadoso de los niveles de glicemia (con hemoglobinas glicosiladas seriadas cada 3 meses además de control de test de glicemias)
·         Educación por parte de profesionales, como nutricionistas, médicos, enfermeras o endocrinólogos.
·         Ejercicio continúo.
·         Cuidado de los pies.
·         Uso de insulina.
·         Planeamiento de las comidas y control del peso.

La insulina:

La insulina baja el nivel de glucemia permitiendo que salga del torrente sanguíneo y entre en las células del organismo. Todas las personas necesitan insulina. Las personas con diabetes tipo 1 no pueden fabricar su propia insulina y, por tanto, deben tomarla diariamente.
La insulina se inyecta generalmente debajo de la piel. En algunos casos, una bomba libera la insulina en forma continua.
Las preparaciones de insulina se diferencian por la rapidez con que empiezan a hacer efecto y su duración. El médico revisará los niveles de glucemia para determinar el tipo apropiado de insulina que se debe utilizar. Se puede mezclar más de un tipo de insulina en una misma inyección para así lograr el mejor control de la glucemia.
Las inyecciones se necesitan por lo general de una a cuatro veces al día. El médico o un educador en diabetes enseñan a las personas que requieren insulina cómo inyectarse ellos mismos para obtener un autocontrol propio. Inicialmente, la inyección en los niños debe ser aplicada por uno de los padres u otro adulto y hacia la edad de 14 años se puede esperar que la mayoría de los niños se aplique sus propias inyecciones.
Las personas con diabetes necesitan saber cómo ajustar la cantidad de insulina que están tomando en las siguientes situaciones:
·         Cuando hacen ejercicio
·         Cuando están enfermos
·         Cuando estén comiendo más o menos alimentos e hidratos de carbono
·         Cuando estén viajando

Dieta:

La planificación de comidas para la diabetes tipo 1 debe ser coherente para así permitir que el alimento y la insulina trabajen juntos para regular los niveles de glicemia. Si las comidas y la insulina no están equilibradas, los niveles de glucemia pueden subir o bajar, produciendo por tanto hiperglicemia e hipoglicemia. La mejor forma de sobrellevarla con una dieta es no comer azúcar
A continuación enumeraremos algunos puntos que debes de tomar en consideración:
·         Refuerce la explicación de la dieta prescrita y/o la dieta de reducción calórica.
·         Ayude a establecer objetivos realistas de reducción de peso.
·         Haga que el paciente y/o sus allegados calculen las necesidades dietéticas y escojan una dieta simple, reduciendo las comidas ricas en colesterol, grasas saturadas, sal, azúcar y alcohol.
·         Exponga la necesidad de ingerir las comidas y refrigerios a intervalos regulares planeados diariamente.
·         Insista en la necesidad de determinar los requerimientos adicionales de alimentos antes de realizar ejercicio mediante el uso de la monitorización de la glucosa sanguínea.

Diabetes tipo 1 asociada a Enfermedad Celíaca:

El tratamiento de la Enfermedad Celíaca con la dieta sin gluten (DSG) en la Diabetes tipo 1 no es capaz de curarla, pero facilita enormemente la consecución de un mejor control metabólico, ayuda a prevenir ciertas complicaciones, mejora la calidad de vida de los pacientes y reduce notablemente las necesidades de insulina. Asimismo, los niños recuperan el crecimiento normal, ganan peso y mejoran su IMC (índice de masa corporal).
 Es preciso conocer con detalle en qué consiste esta dieta y cómo llevarla a cabo correctamente, pues para que sea efectiva debe ser ESTRICTA, y así evitar errores en su ejecución.

Fig. 1. Una sola miga de pan de este tamaño contiene suficiente cantidad de gluten para que su ingestión pueda provocar una serie de molestias importantes en las personas celíacas o con Sensibilidad al Gluten, cuando están siguiendo una dieta libre de gluten. El consumo de gluten, sea voluntario o no, lleva consigo asumir riesgos potenciales de asociación de enfermedades, tales como la Fibromialgia, por lo que es importante la advertencia al respecto.
La dieta sin gluten consiste en suprimir todos los alimentos que en su composición, preparación o condimentación, contengan harina procedente de cereales que poseengluten, fundamentalmente el trigo, avena, centeno, cebada (dieta TACC) y todas susvariedades e híbridos (espelta, escanda, kamut, triticale, etc.).
El gluten no sólo debe evitarse de forma directa (no consumiendo lo que claramente lo contiene), sino en la llamada “contaminación cruzada". Hay que tener muy presente la posibilidad de que los alimentos en principio libres de gluten puedan entrar en contacto en algún momento con gluten, lo que los convertiría en no aptos para su consumo (presencia de “trazas” de gluten en el producto final). La exposición a mínimas cantidades de gluten es suficiente para dañar la mucosa intestinal y mantener la activación inmunológica, aunque no siempre se manifiesta con síntomas clínicos.
La mayoría de los alimentos que consumimos a diario no contiene gluten, por lo que, aunque se sustituyan los alimentos con gluten por alternativas sin él, la dieta resulta amplia y variada.
La dieta sin gluten se basa, fundamentalmente, en el consumo de alimentos naturales y frescos que no contienen gluten: carnes, pescados, huevos, leche y derivados, frutas,verduras y hortalizas, legumbres y los cereales que no contienen gluten (maíz, arroz,mijo y sorgo), combinándolos entre sí de forma variada y equilibrada.3 Los alimentos se deben adquirir, almacenar, preparar y manipular cuidadosamente para evitar las posibles contaminaciones cruzadas con gluten. Es importante, especialmente al comienzo de la DSG, minimizar el consumo de alimentos elaborados y de alimentos específicos para celíacos, hasta que se produzca una clara mejoría digestiva, para favorecer la recuperación intestinal. Una opción muy cómoda y económica es la utilización de una panificadora casera para elaborar panes y bizcochos, con la amplia gama de harinas sin gluten existentes en el mercado. Las ventajas son la facilidad de preparación, el abaratamiento del producto y la posibilidad de seleccionar los ingredientes, evitando o disminuyendo considerablemente la gran cantidad de aditivos químicos presentes en los productos específicos de celíacos.
Es importante conocer que el gluten también está presente en muchos medicamentos, entre los excipientes con los que los elaboran.
Asimismo, el gluten figura entre los ingredientes de muchos productos cosméticos, bajo diferentes nombres difíciles de identificar. Es importante evitar el contacto con estos productos (pastas de dientes, barras de labios, geles, cremas, etc.), ya que aunque la cantidad de gluten suele ser pequeña, éste se puede ingerir por error, absorber a través de la piel o contaminar alimentos en su manipulación (cremas o restos de cremas en las manos, etc.).
La DSG produce una mejoría clínica significativa, que por lo general se observa al cabo de unos días o de unas pocas semanas tras su instauración, aunque la recuperación histológica duodenal es más tardía, pues no se produce hasta pasados varios meses después, o incluso varios años más tarde, principalmente en los adultos.
Sin embargo, es habitual en pacientes celíacos y sensibles al gluten, especialmente niños mayores, jóvenes y adultos con largas demoras diagnósticas, no experimentar mejoría o incluso presentar un aparente empeoramiento al comienzo de ladieta sin gluten. Este fenómeno se explica por la paulatina recuperación del tubo digestivo, antes adormecido por el efecto anestésico del gluten. La dieta le devuelve su capacidad de reacción, con lo que las posibles contaminaciones accidentales se suelen volver a manifestar con síntomas intensos y pueden hacerse patentes otras intolerancias alimenticias, asociadas a la Enfermedad Celíaca y la Sensibilidad al Gluten (lactosa, fructosa, sorbitol, etc.), tanto más frecuentes cuanto mayor haya sido el retraso diagnóstico, que previamente podían estar pasando inadvertidas. La simple toma de leche sin lactosa puede mejorar la situación, o también la restricción en el consumo de algún tipo de frutas.
Hay celíacos o sensibles al gluten que pueden tener intolerancia asociada a la proteína de la leche e incluso a la horceína del maíz, en cuyo caso tienen que restringir o suprimir su consumo.

Actividad física

El ejercicio regular ayuda a controlar la cantidad de glicemia llegando incluso a disminuir la cantidad requerida, al igual que quemar el exceso de calorías y de grasa para lograr un peso saludable.
Las personas con diabetes tipo 1 deben tomar precauciones especiales antes, durante y después de cualquier ejercicio o actividad física intensa. Es importante:
·         El calzado correcto, para evitar lesiones en los pies.
·         Controlar los niveles de glicemia antes y después de hacer ejercicio, para evitar hipoglicemias mientras se ejercita (como alimentos con hidratos de carbono o azúcar).
·         Llevar alimento que contenga un carbohidrato de acción rápida en caso de que los niveles de glicemia bajen demasiado durante o después del ejercicio.
·         Llevar un brazalete de identificación de diabéticos.
·         Hacer ejercicio todos los días y a la misma hora.
·         A medida que cambie la intensidad o duración del ejercicio, es posible la necesidad de modificar la dieta o medicamento para mantener el nivel de glicemia en un rango apropiado.

Autoexamen

El control de la glucemia se hace verificando el contenido de glucosa de una pequeña gota de sangre. Dicha prueba se hace regularmente y le informará a la persona con diabetes qué tan bien están funcionando la dieta, los medicamentos y los ejercicios en conjunto para controlar la enfermedad.
Los resultados se pueden usar para ajustar la dieta, la actividad física o los medicamentos con el fin de mantener los niveles de glicemia dentro de un rango apropiado. Los exámenes generalmente se hacen antes de las comidas y a la hora de dormir. Cuando uno está enfermo o con estrés, se pueden necesitar exámenes con más frecuencia debido a que estos aumentan la cantidad de glucosa en la sangre.
Los exámenes brindarán información importante, por que posibilita los cambios necesarios para el mejoramiento en los cuidados y el tratamiento. Las pruebas identificarán el alto o bajo nivel de glicemia antes de que se desarrollen problemas serios.
El aparato para medir los niveles más exactos posibles de glucosa en la sangre es el hemoglucotest. Hay diferentes tipos de dispositivos. Normalmente, uno punciona el dedo con una aguja pequeña llamada lanceta para obtener una gota diminuta de sangre. Se coloca la sangre en una tira reactiva y se pone la tira en el dispositivo. Los resultados deben salir en cuestión de 5 hasta 45 segundos, según la máquina que se posea.
El hecho de mantener registros precisos de los resultados del examen le ayudará al diabético y al médico a planear la mejor manera de controlar su diabetes.
Las personas con diabetes deben hacerse revisar sus niveles de Hemoglobina glicosilada (HbA1c) cada 3 a 6 meses. El HbA1c es una medida del contenido promedio de glucosa en la sangre durante los últimos 2 a 3 meses. Puede ayudar el hecho de determinar qué tan bien está funcionando el tratamiento.

Cuidado de los pies

La diabetes causa daños a los vasos sanguíneos y a los nervios, lo cual puede reducir la capacidad de uno para sentir lesiones o la presión en los pies. Uno puede no notar una lesión en el pie hasta que se presente una infección grave. Además, la diabetes afecta el sistema inmunitario del organismo, disminuyendo la capacidad para combatir la infección. Las infecciones pequeñas pueden progresar rápidamente hasta provocar la muerte de la piel y otros tejidos, lo que puede hacer necesaria la amputación.
Para prevenir las lesiones en los pies, una persona con diabetes debe adoptar una rutina diaria de revisión y cuidado de los pies que consiste en lo siguiente:
·         Revisarse los pies cada día e informar de cualquier úlcera, cambio o signo de infección.
·         Lavarse los pies todos los días con agua tibia y un jabón suave, y luego secarlos muy bien (especialmente interdigital).
·         Suavizar la piel seca con una loción o con vaselina.
·         Protegerse los pies con zapatos cómodos, que ajusten bien y que no queden apretados.
·         Ejercitarse a diario para promover una buena circulación.
·         Visitar a un podólogo para que identifique problemas en los pies o para que extirpe callos o callosidades en los mismos (importante: nunca tratar de extirpar las callosidades uno mismo, debido a la posibilidad de producir heridas graves que posteriormente será una complicación por infección o gangrena)
·         Quitarse los zapatos y las medias durante la visita al médico y recordarle que los examine.
·         Dejar de fumar, pues el consumo de tabaco empeora el flujo de sangre a los pies.
Para prevenir la lesión a los pies, hay que adoptar la rutina de revisar y cuidar los pies diariamente. Tomar medidas drásticas.

Tratamiento de la hipoglucemia

El nivel bajo de glucemia, conocido como hipoglucemia, se puede presentar por demasiada insulina, demasiado ejercicio o muy poco alimento. La hipoglucemia se puede desarrollar rápidamente en los diabéticos y los síntomas aparecen particularmente cuando el nivel de azúcar cae por debajo de 60 mg/dl. Si este nivel se coloca por debajo de 40 mg/dl se pone en peligro la vida, pudiendo producirse coma y muerte.
Los síntomas más característicos son:
·         Cefalea
·         Hambre
·         Nerviosismo
·         Temblor
·         Sudoración Helada
·         Debilidad
·         Irritabilidad
·         Mareos
·         Dificultad para hablar
·         Perdida del conocimiento
Si estos síntomas se presentan y se tiene un equipo disponible para medir el nivel de glucemia, hay que hacerse el chequeo. Si el nivel está por debajo de lo deseado, hay que comer algo con azúcar: jugo de frutas, algunas cucharaditas de azúcar, o una gaseosa normal. Si no se tiene el equipo a mano, hay que consumir azúcar de todas maneras, por que no le puede hacer daño a corto plazo. Los síntomas deben desaparecer en cuestión de 15 minutos, de lo contrario, hay que consumir más azúcar y verificar nuevamente el nivel de glucemia.
Hay que vigilar a la persona muy de cerca. Si los síntomas empeoran (confusión, convulsiones o pérdida del conocimiento), hay que aplicar a la persona una inyección de glucagón. Si no se tiene glucagón, hay que llamar al número local de emergencias de inmediato.

Tratamientos de niveles altos de cetonas

Cuando no hay suficiente insulina para movilizar la glucosa a las células, ésta se puede acumular en la sangre. El cuerpo busca entonces otras formas de energía y utiliza la grasa como fuente de combustible. A medida que las grasas se descomponen, unos moléculas llamadas Cuerpos cetónicos se acumulan en la sangre y en la orina. Las cetonas, en niveles altos, son tóxicas. Esta afección se conoce como cetoacidosis que si se mantiene en el cuerpo por un tiempo puede producir Coma diabético (Urgencia médica) e incluso a la muerte.
Los signos de advertencia de que la cetoacidosis está empeorando podrían ser:
·         Respiración rápida y profunda
·         Resequedad en la piel y en la boca
·         Rubefacción
·         Aliento con olor a frutas
·         Náuseas o vómitos
·         Dolor estomacal

Apoyo psicológico

La diabetes es una enfermedad metabólica crónica que exige la adquisición de nuevas rutinas representadas, en su mayoría, por procedimientos médicos que son dolorosos o tediosos, pero indispensables para el control y la prevención de complicaciones posteriores. Además, supone cambios en los hábitos de vida, en la alimentación y en la actividad física. Ser consciente de que se tiene una enfermedad crónica puede percibirse como una pérdida del equilibrio, biológico, psicológico o social. Su diagnóstico supone un gran impacto para el individuo.
Entre otras razones, implica un cambio en el estilo de vida, puesto que la diabetes pasa a formar parte de su identidad. Cualquier pérdida pone en marcha toda una serie de emociones y sentimientos. Expresar esas emociones es la mejor garantía de una apropiada adaptación individual y familiar a la diabetes.
La información adecuada sobre la condición y la edad en que se diagnostica son dos factores relevantes que pueden determinar la forma en que se reacciona ante su descubrimiento. La percepción del mundo es diferente en cada etapa del desarrollo de la persona, de allí la importancia del enfoque multidisciplinario, que ayude al paciente a responsabilizarse gradualmente de su tratamiento.
Además, el diabético funciona en varios ambientes sociales, de los cuales el más influyente es la familia. La aparición de la diabetes en uno de los miembros tiene un impacto en las áreas de comunicación, integración marital y otros patrones de funcionamiento. Cada miembro difiere en la forma de enfrentarla, algunos son capaces de solucionar problemas y otros pueden usar al individuo o a su enfermedad como pretexto para explicar problemas no relacionados con la condición.
Muchas veces quienes rodean al diabético se empeñan en asegurar que el individuo no es "diferente", sin embargo, sí lo es, y en variados aspectos. Reconocer esas diferencias, sin enfatizarlas, puede conducir a un mejor ajuste emocional y social. Para ello es necesario el apoyo de familiares y personas que rodean al paciente diabetico.
Seguimiento:
Una persona con diabetes de tipo 1 debe visitar a su médicocada mes o por lo menos cada 3 meses y realizarse un examen completo que incluye:
·         Hemoglobina glucosilada (HbA1c): es un promedio trimestral del nivel de glucosa en la sangre. Esta prueba mide cuánta glucosa se ha estado adhiriendo a los glóbulos rojos y a otras células. Un nivel alto de HbA1c es un indicador de riesgo de sufrir complicaciones a largo plazo. Actualmente, la Asociación Estadounidense para la Diabetes (ADA, por sus siglas en inglés) recomienda un nivel de HbA1c menor a 7% para protegerse de complicaciones. Esta prueba se debe realizar cada tres meses
·         Control de la presión arterial: por las complicaciones que puede asociarse.
·         Examen de pies y piel
·         Oftalmoscopia: por las complicaciones que puede asociarse.
·         Examen neurológico: por las complicaciones que puede asociarse.
Las siguientes evaluaciones se deben llevar a cabo al menos una vez al año:
·         Microalbúmina aleatoria (análisis de orina para detectar proteínas)
·         BUN y creatinina sérica
·         Colesterol, HDL y triglicéridos en suero
·         ECG
·         Examen de la retina dilatada
Dada la frecuente asociación entre Enfermedad Celíaca (EC) y Diabetes tipo 1, que puede preceder, manifestarse simultáneamente e incluso después del diagnóstico, se recomienda que a todos los niños diabéticos se les hagan revisiones analíticas para despistaje de EC no sólo al diagnóstico, sino una vez al año, todos los años, ya que la serología de celíaca puede hacerse positiva en cualquier momento de su evolución.
Ante la duda de la posible existencia de una Enfermedad Celíaca, debe ser enviado el paciente al especialista de Digestivo (infantil o de adulto) para que haga las pruebas necesarias (gastroscopia con biopsias duodenales) para confirmar el diagnóstico.
Complicaciones y Recomendaciones
Las complicaciones urgentes abarcan:
·         Hipoglucemia
·         Cetoacidosis
·         En ambas se recomienda buscar ayuda médica al momento.
·         Las complicaciones a largo plazo abarcan, siendo los más comunes
·         Daños en los nervios: Se trata de un trastorno nervioso que lleva por nombre neuropatía diabética y es una complicación frecuente de largo plazo de la diabetes. Nuestro cuerpo está dotado de una compleja red de nervios que recorren todo el cuerpo y que a su vez conectan al cerebro con los músculos, piel y otros órganos.
·         El cerebro se vale de los nervios para percibir el dolor, controlar los músculos y lleva a cabo tareas automáticas como la respiración y la digestión. Una elevación desmedida de azúcar en la sangre puede dañar los nervios. Los especialistas han observado que el incremento de azúcar en la sangre debilita las paredes de los diminutos vasos sanguíneos que nutren a los nervios.
·         Problemas de erección
·         Daño neurológico (neuropatía diabética)
·         Problemas oculares: incluyendo retinopatía diabética, desprendimiento de retina, glaucoma y cataratas Revisión de cada 6 meses o 1 vez al año.
·         Problemas en los pies: incluyendo cambios en la piel, insuficiencia arterial, neuropatía (inflamación de nervios en cualquier parte del cuerpo, es doloroso) y deformidades específicas en los pies (deformidad en valgo del dedo gordo, juanete, dedo en martillo y callos)El paciente debe de usar un calzado adecuado, tratamiento con el Podólogo y revisión diaria de los pies .
·         Infecciones de la piel, tracto genital femenino y vías urinarias. Se debe tener una buena higiene y revisión continua.
·         Enfermedad renal (nefropatía diabética) Se recomienda Microalbominuria en pacientes con más de 5 años de diagnóstico o en pacientes con escaso control.
·         Accidente cerebrovascular
·         Enfermedad vascular: incluyendo bloqueo de arterias y ataques cardíacos
·         Dentro de las complicaciones cardiovasculares destacan:
·         Dolor en el pecho (angina) Accidente vascular cerebral Estrechamiento de las arterías de las piernas y del cerebro debido a mala circulación sanguínea (enfermedad vascular periférica) Presión arterial elevada
Pronóstico:
El pronóstico para las personas con diabetes varía. Los estudios muestran que un estricto control de la glicemia puede prevenir o demorar las complicaciones en los ojos, los riñones y el sistema nervioso. Sin embargo, pueden surgir complicaciones incluso en aquellas personas con un buen control de la enfermedad.

Diabetes Mellitus Tipo 2:
Diabetes mellitus tipo 2 o diabetes del adulto (conocida anteriormente como diabetes no-insulino dependiente) es una enfermedad metabólica caracterizada por altos niveles de glucosa en la sangre, debido a una resistencia celular a las acciones de la insulina, combinada con una deficiente secreción de insulina por el páncreas. Unos pacientes pueden tener más resistencia a la insulina, mientras que en otros se puede dar un mayor defecto en la secreción de la hormona. Los cuadros clínicos pueden ser leves o severos. La diabetes tipo 2 es la forma más común dentro de lasdiabetes mellitus. La diferencia con la diabetes mellitus tipo 1 es que ésta se caracteriza por una destrucción autoinmune de las células secretoras de insulina obligando a los pacientes a depender de la administración exógena para su supervivencia, aunque cerca del 30% de los pacientes con diabetes tipo 2 se ven beneficiados con la terapia de insulina para controlar el nivel de glucosa en sangre.
La deficiente disponibilidad de las funciones de la insulina conlleva un deficiente metabolismo celular, que produce un aumento de los ácidos grasos y de los niveles circulantes de triglicéridos, además de un descenso en la concentración de la lipoproteína de alta densidad (HDL).  La hiperglicemia de larga data causa daños en los nervios, ojos, riñones,corazón y vasos sanguíneos.  La cetoacidosis puede ocurrir en estos pacientes como resultado de estrés, como una infección, la administración de ciertos medicamentos como los corticoesteroides, deshidratación o deficiente control de la enfermedad.  La resistencia a la insulina es un importante contribuyente a la progresión de la enfermedad y las complicaciones de la diabetes.
La diabetes tipo 2 es una enfermedad frecuente y subdiagnosticada que plantea desafíos para su tratamiento. La introducción de nuevos fármacosorales en los últimos tres años ha ampliado la gama de opciones disponibles para el tratamiento de la diabetes tipo 2. A pesar de la mayor selección de agentes farmacológicos, es necesario destacar que el tratamiento de primera elección son los enfoques no farmacológicos incluyendo la modificación de la dieta, control de peso y ejercicio regular. Una dieta combinada con ejercicio con el objeto de perder peso logra mejorar significativamente la sensibilidad celular a la insulina incluso antes de llegar al peso ideal.  Se ha demostrado que el hacer ejercicio y perder peso en pacientes diabéticos y prediabéticos reduce su mortalidad y mejora su condición de vida.  Los abordajes farmacológicos deben individualizarse, basándose en las características del paciente, el nivel de control de la glucosa y las consideraciones de costos.

Epidemiologia:
La diabetes aparece por un problema en la forma en la que el cuerpo produce o utiliza la insulina. Puede haber una resistencia a la insulina o una producción insuficiente de insulina para la utilización en las células del cuerpo. Por lo general, la diabetes tipo 2 se desarrolla gradualmente, debido a que el páncreas se va deteriorando con el tiempo, por la sobreproducción de insulina en primera instancia y el posteriormente el déficit. Salvo en los países escandinavos, la incidencia poblacional de diabetes mellitus tipo 2 es por una deficiencia de glucosa superior a la de tipo 1, con una relación media de 85:15% entre ambas.  Algunos factores de riesgo que predisponen a un individuo a desarrollar diabetes mellitus tipo 2 incluyen:
·         Los antecedentes familiares y la genética, juegan un papel importante.
·         Un bajo nivel de actividad (Sedentarismo)
·         Una dieta deficiente
·         Peso excesivo, especialmente alrededor de la cintura
·         Etnia (las poblaciones de afroamericanos, hispanoamericanos e indígenas americanos tienen altos índices de diabetes)
·         Edad superior a 45 años Intolerancia a la glucosa identificada previamente por el médico.
·         Presión arterial alta (Hipertensión)
·         Colesterol HDL de menos de 35 mg/dL o niveles de triglicéridos superiores a 250 mg/dL (Dislipidemia)
·         Antecedentes de diabetes gestacional en las mujeres.
·          De la población total de diabéticos, el mayor porcentaje (± 90%) corresponde a la Diabetes mellitus tipo 2.
Etiología:
La diabetes es causada por un problema en la forma como el cuerpo produce o utiliza la insulina. La insulina es necesaria para mover el azúcar en la sangre (glucosa) hasta las células, donde ésta se almacena y se usa posteriormente como fuente de energía.
Cuando se tiene diabetes tipo 2, la grasa, el hígado y las células musculares normalmente no responden a dicha insulina. Esto se denomina resistencia a la insulina. Como resultado, el azúcar de la sangre no entra en las células con el fin de ser almacenado para obtener energía.
Cuando el azúcar no puede entrar en las células, se acumulan niveles anormalmente altos de éste en la sangre, lo cual se denomina hiperglucemia.
Por lo general, la diabetes tipo 2 se desarrolla lentamente con el tiempo. La mayoría de las personas con esta enfermedad tienen sobrepeso en el momento del diagnóstico. El aumento de la grasa le dificulta al cuerpo el uso de la insulina de la manera correcta.
La diabetes tipo 2 puede presentarse también en personas delgadas y es más común en los ancianos.
Los antecedentes familiares y los genes juegan un papel importante en la diabetes tipo 2. Un bajo nivel de actividad, una dieta deficiente y el peso corporal excesivo (especialmente alrededor de la cintura) aumentan el riesgo. Ver también: diabetes tipo 2 para conocer una lista de factores de riesgo.
Cuadro clínico:
La hiperglicemia suele cursar con decaimiento, fatiga, malestar general,náuseas y vómitos, así como dificultad para respirar.
Con frecuencia, las personas con diabetes tipo 2 no presentan síntoma alguno, en particular en los estados iniciales de la enfermedad. Con el transcurso de lahistoria natural de la enfermedad, la diabetes está asociada con pérdida de calidad de vida y, en caso de presentarse síntomas, éstos pueden ser variados y afectar diversos órganos.
Visión borrosa o cambios repentinos en la visión, formando minúsculos cristales que se interponen en el campo visual formados por el desbalance osmótico en la diabetes mal controlada.
La disfunción eréctil suele presentarse en pacientes diabéticos de larga data, fundamentalmente por neuropatía, como la aparición de una polineuritis, o bien por disminución del flujo sanguíneo y factores psicológicos como un incremento en el estrés provocado por la diabetes, peor control metabólico y aumento muy importante en los síntomas depresivos. Algunos estudios han encontrado pérdida del músculo liso del pene a nivel del tejido cavernoso de pacientes diabéticos. En algunos casos es posible que los niveles de óxido nítrico sintetasa, una enzima que acelera en el cuerpo cavernoso el paso de la
L-arginina en óxido nítrico—potente vasodilatador que interviene en uno de los pasos de la erección tanto del pene como del clítoris—están disminuidos en pacientes diabéticos, fumadores y personas con deficiencia de testosterona.
Algunas manifestaciones inespecíficas incluyen fatiga, sensación de cansancio, náuseas y vómitos. A menudo aparece un aumento del apetito excesivo a toda hora, también llamado polifagia, así como de la sed excesiva, llamada polidipsia, acompañados de un aumento de la frecuencia en la micción, y en grandes cantidades; también llamado poliuria. Por su parte, la piel se torna seca, aparece picazón en la piel y genitales, hormigueo, entumecimiento en las manos y pies y las cortaduras o heridas que tardan en cicatrizar.
La diabetes tipo 2 (no insulino dependiente), puede pasar inadvertida por muchos años, y en algunos casos ésta es diagnosticada cuando ya se han producido daños irreversibles en el organismo. Por eso es recomendable que todas las personas se realicen un examen de glicemia por lo menos una vez al año.
Diagnostico:
Según la Guía de la ADA 2013 el diagnóstico de Diabetes Mellitus se establece por:
1.            HbA1c >6.5%. La prueba se debe realizar en un laboratorio que utilice un método estandarizado según el National Glycohemoglobin Standarization Program (NGSP), certificado y estandarizado para el Diabetes Control and Complications trial.
2.       Glucemia en ayunas (GA) ≥126 mg/dl (7 mmol/L). El ayuno se define como la no ingesta calórica durante por lo menos 8 horas.
3.      Glucemia 2 horas posprandial (GP) ≥200 mg/dl (11.1 mmol/L) durante la prueba de tolerancia oral a la glucosa (PTOG). La prueba debe ser realizada con las indicaciones de la OMS, con una carga de hidratos de carbono equivalente a 75 g glucosa anhidra disuelta en agua.
4.       Glucemia al azar ≥200 mg/dL (11.1 mmol/L) en un paciente con síntomas clásicos de hiperglucemia o crisis de hiperglucemia.
En ausencia de síntomas, estos resultados deben confirmarse en un segundo examen. La prueba de tolerancia a la glucosa no es recomendable para uso rutinario.
En relación a estos criterios existen condiciones intermedias como la glicemia anormal en ayunas (entre 110 y 125 mg/dl) y la intolerancia a la glucosa (glicemia 2 h postcarga entre 140 y 199 mg/dl).4 Ambas situaciones se asocian a mayor riesgo de diabetes y de patología cardiovascular.
Los valores de glicemia medidos con cintas reactivas en sangre capilar, o la medición de hemoglobina glicosilada A1c (HbA1c) no son aceptables para confirmación del diagnóstico de diabetes.
Aunque algunas sociedades científicas aún no lo han admitido, desde el año 2010 se admite la utilización de lahemoglobina glicosilada A1c (HbA1c) para el diagnóstico de diabetes mellitus, se consideran diagnósticos valores iguales o superiores a 6.5%. En determinadas circunstancias, como hemoglobinopatías o situaciones con turn over de hematíes alterado (gestación, anemia ferropénica, hemólisis, etc.), en los que la vida media de la hemoglobina se modifica, el diagnóstico debe hacerse sólo con los criterios de glucemia.
Tratamiento:
El ejercicio diario forma parte de la atención integral del paciente diabético, mejorando la presión arterial, los riesgos cardiovasculares, los niveles de glucosa en sangre y la resistencia a la insulina.
El tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 requiere un equipo multidisciplinario y se fundamenta en eliminar los síntomas relacionados con la hiperglicemia, reducir el riesgo o tratar las complicaciones de microangiopatía característica de la diabetes de larga data y asegurar que el individuo consiga un estilo de vida tan normal como sea posible. Tiene especial importancia la reducción del riesgo cardiovascular debido a que es la principal causa de muerte en pacientes diabéticos tipo 2.
La meta de un control metabólico adecuado se obtiene con niveles de glicemia en ayuno de 72 a 108 mg/dl,  glicemias postprandiales entre 90 y 144 mg/dl (180 mg/dl en > 60 años) y concentraciones de hemoglobina glicosilada A1c menores a 6% - 7% (8% en ancianos).
El tratamiento de la Diabetes Mellitus comprende etapas que secuencialmente son:
1.            Régimen nutricional, educación diabetológica y ejercicio
2.       Drogas hipoglicemiantes orales
3.      Asociación de drogas orales
4.       Insulinoterapia
Estas etapas deben cumplirse escalonadamente en esta secuencia, evaluando las respuestas metabólicas para avanzar o permanecer en esa etapa, debido a que se puede tener un buen control con cualquiera de estas etapas. La educación en diabetes debe aplicarse paralelamente en cada una de estas instancias. Los pacientes diabéticos reciben educación sobre como mantener un régimen con restricción parcial de hidratos de carbono, prefiriendo aquellos con bajo índice glicémico y distribuyéndolos en las distintas comidas a lo largo del día. Debe considerarse la actividad física propia de cada paciente.
Debe estimularse el ejercicio físico aeróbico, regular, de intensidad moderada, al menos 3 veces a la semana, previa evaluación cardiovascular, retinal y de la sensibilidad protectora de los pies. Estas medidas no farmacológicas son recomendables durante toda la evolución de la enfermedad, independiente si se requiere o no tratamiento farmacológico asociado. Si el paciente demuestra mantener niveles elevados de glicemia o HbA1c con el tratamiento no farmacológico, se recomienda iniciar hipoglicemiantes orales.
A todos los pacientes diabéticos debe insistírseles en la creación o mantención de hábitos saludables de vida, eliminación del hábito de fumar y restricción del consumo de licor y sal. Debe buscarse dirigidamente la coexistencia de hipertensión arterial y dislipidemia, la cual ha de ser tratada agresivamente en caso de padecerla. Se recomienda mantener un control médico regular.

Dieta:

La planificación de comidas consiste en elegir alimentos saludables y en comer la cantidad adecuada, a la hora adecuada. Suelen trabajar en colaboración con el médico y el nutricionista para aprender qué cantidades de grasa, proteína y carbohidratos necesita en la dieta. Es necesario que los planes específicos de comidas se adapten a los hábitos y preferencias personales.
Es importante controlar el peso y comer una dieta bien equilibrada. Algunas personas con diabetes tipo 2 pueden dejar de tomar medicamentos después de una pérdida de peso intencional, aunque la diabetes sigue estando presente. El médico o un dietista determinarán las necesidades nutricionales específicas.

Actividad física:

El ejercicio en forma regular ayuda a controlar la cantidad de glucosa en la sangre y también ayuda a quemar el exceso de calorías y grasa para que la persona pueda controlar el peso, mejorar el flujo sanguíneo y la presión arterial. El ejercicio disminuye la resistencia a la insulina incluso sin pérdida de peso. El ejercicio también aumenta el nivel de energía del cuerpo, baja la tensión y mejora la capacidad para manejar el estrés.
Información que se debe tener en cuenta al momento de iniciar un programa de ejercicios:
1.            Hablar con su médico antes de iniciar un programa de ejercicios.
2.       Escoger una actividad física que se disfrute y que sea apropiada para el estado físico actual.
3.      Hacer ejercicios diariamente y, de ser posible, a la misma hora.
4.       Revisar en casa los niveles de azúcar en la sangre antes y después de hacer ejercicio.
5.       Llevar alimentos que contengan un carbohidrato de rápida acción, en caso de que los niveles de glucosa en la sangre bajen demasiado durante o después del ejercicio.
6.       Portar una tarjeta de identificación como diabético y un teléfono celular o monedas para hacer una llamada en caso de emergencia
7.        Tomar abundante líquido que no contenga azúcar antes, durante y después del ejercicio.
8.       Los cambios en la intensidad o duración de los ejercicios pueden requerir una modificación en la dieta o la medicación para mantener los niveles de glucosa dentro de los límites apropiados.

Cuidado de los pies:

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Las lesiones como estas en el pie de una persona diabética pueden causar úlceras e infecciones y, en casos graves, pueden inclusive causar una amputación. Con el tiempo, el daño en los vasos sanguíneos puede significar que los pies no reciben suficiente sangre y oxígeno, haciendo más difícil que las llagas o infecciones en el pie diabético se curen.
Las personas con diabetes son muy propensas a los problemas en los pies. La diabetes puede causar daños en los nervios, lo cual significa que la persona puede no sentir una herida en el pie hasta que aparezca una infección o una llaga grande.  La diabetes también puede dañar los vasos sanguíneos, lo cual hace más difícil para el cuerpo combatir las infecciones.
Para prevenir las lesiones en los pies, una persona con diabetes debe adoptar una rutina diaria de revisión y cuidado de los pies que consiste en lo siguiente:
·         Revisarse los pies cada día e informar de cualquier úlcera, cambio o signo de infección.
·         Lavarse los pies todos los días con agua tibia y un jabón suave, y luego secarlos muy bien (especialmente entre los dedos).
·         Suavizar la piel seca con una loción o con vaselina.
·         Protegerse los pies con zapatos cómodos, que ajusten bien y que no queden apretados.
·         Ejercitarse a diario para promover una buena circulación.
·         Visitar a un podólogo para que identifique problemas en los pies o para que extirpe callos o callosidades en los mismos (importante: nunca tratar de extirpar las callosidades uno mismo, debido a la posibilidad de producir heridas graves que posteriormente será una complicación por infección o gangrena)
·         Quitarse los zapatos y las medias durante la visita al médico y recordarle que los examine.
·         Dejar de fumar, pues el consumo de tabaco empeora el flujo de sangre a los pies.

Medicamentos:

La mayoría de los pacientes diabéticos tipo 2 tienen sobrepeso u obesidad, condición que se asocia frecuentemente a la resistencia insulínica; por ello inicialmente se recomienda el uso de sensibilizadores a insulina como biguanidas (metformina).
Otro tipo de medicación para un paciente diabético tipo 2, pueden ser los secretagogos de insulina como las sulfonilureas (clorpropamida,  glibenclamida,  glipizida,  glimepiride) o metiglinidas  (repaglinida y nateglinida). Estos medicamentos tienen mejor efecto en pacientes cuyo comienzo diabético es menor de 5 años y que tienen una producción endógena de insulina y tendencia a la obesidad.  En el caso de que no se obtenga un control metabólico adecuado es posible utilizar combinaciones de hipoglicemiantes orales con diferentes mecanismos de acción.
La evolución natural de la diabetes tipo 2 es hacia un progresivo deterioro de la función secretora de insulina de la célula beta, de modo que un porcentaje importante de pacientes requerirá en algún momento de su evolución el uso de insulina, medida que inicialmente puede combinarse con hipoglicemiantes orales.
La insulinoterapia en la diabetes tipo 2 es una alternativa terapéutica adecuada en aquellos pacientes que no logran un adecuado control con dosis máximas de hipoglicemiantes orales o en caso de un estrés agudo.
Los esquemas terapéuticos de insulina deben permitir un adecuado control metabólico, utilizando insulinas de acción lentas, ultralentas, intermedia, rápida o ultrarrápida, y cuya correcta indicación dependerá del contexto clínico del paciente. Esta responsabilidad cae específicamente en el dominio del especialista o médico.
Complicaciones:
Hay tres tipos de complicaciones:

Agudas

Hipoglicemia: es la baja presencia de azúcar en la sangre y un factor esencial en las personas con diabetes. Algunos de los indicios de la hipoglucemia son: temblores, mareos, sudoraciones, dolores de cabeza, palidez, cambios repentinos en estados de ánimo, entre otros.

·         Hiperglicemia: es la alta presencia de azúcar en la sangre y también es un factor influyente en las personas que tiene diabetes y deberá mantenerse controlada, debido que la continua mantención de este padecimiento traerá complicaciones crónicas a largo plazo. Algunos síntomas incluyen aumento de sed, de hambre, respiración acelerada, náusea o vómito, visión borrosa y resequedad de la boca.

Crónicas:

Las complicaciones a largo plazo, entre otras, son:
·         Retinopatía diabética (enfermedad de los ojos): El riesgo de retinopatía aumenta considerablemente en pacientes con niveles de glucosa en ayunas entre 109 a 116 mg/dL (6.05 a 6.45 mmol/L) o cuando el resultado de una glucosa posprandial está entre 150 y 180 mg/dL (8.3 a 10.0 mmol/L)   Nefropatía diabética (enfermedad de los riñones)
·         Neuropatía diabética (daño de los nervios)
·         Enfermedad vascular periférica (daño en los vasos sanguíneos/circulación)
·         Colesterol alto (dislipidemia), hipertensión arterial, ateroesclerosis y arteriopatía coronaria

Emergencias:

Una gran complicación de la diabetes mellitus tipo 2 es el coma diabético hiperosmolar hiperglucémico
Seguimiento:
Una persona con diabetes de tipo 2 debe visitar a su médico periódicamente, con intervalos de tiempo variables, dependiendo de la evolución de la enfermedad y del grado de control, así como realizarse un examen completo que incluye:
·         Hemoglobina glicosilada (HbA1c): es un promedio trimestral del nivel de glucosa en la sangre. Esta prueba mide cuánta glucosa se ha estado adhiriendo a los glóbulos rojos y a otras células. Un nivel alto de HbA1c es un indicador de riesgo de sufrir complicaciones a largo plazo. Actualmente, la Asociación Estadounidense para la Diabetes (ADA, por sus siglas en inglés) recomienda un nivel de HbA1c menor a 7% para protegerse de complicaciones. Esta prueba se debe realizar cada tres meses
·         Control de la presión arterial
·         Examen de pies y piel 
·         Oftalmoscopia o retinografia  para examinar la retina, previa dilatación de la pupila.
·         Examen neurológico
Las siguientes evaluaciones se deben llevar a cabo al menos una vez al año:
·         Microalbúmina aleatoria (análisis de orina para detectar proteínas)
·         BUN y creatinina sérica
·         Colesterol, HDL y triglicéridos en suero
·         ECG
Pronóstico:
Se pueden reducir los riesgos de complicaciones a largo plazo debido a la diabetes. Si se controla la glucosa en la sangre y la presión arterial, se puede reducir el riesgo de muerte, accidente cerebro vascular, insuficiencia cardíaca y otras complicaciones. La reducción de HbA1c incluso al 1% puede disminuir el riesgo de complicaciones en un 25%.
Diabetes Mellitus Tipo 2.5:
Diabetes Mellitus Tipo 1.5:
La diabetes autoinmune latente del adulto (conocida también como LADA de sus siglas en inglés: Latent autoimmune diabetes of adults) es un tipo de diabetes autoinmune lentamente progresiva «que podía inicialmente ser manejada con agentes hipoglucemiantes orales antes de requerir insulina». Esta variante aparece en adultos cuya edad fluctúa entre los 20 y 40 años, quienes generalmente suelen ser diagnosticados con diabetes tipo 2,  aunque en realidad es un tipo dediabetes mellitus con caracteres autoinmunes similar a la diabetes mellitus tipo 1.
Diagnostico:
Se estima que entre un 6% y 50% de las personas diagnosticadas con diabetes tipo 2 podrían tener LADA,  mientras que aquellos a los que se les identifica esta variante puede presentar o no una insulinodeficiencia.  En el caso de pacientes que no tienen sobrepeso, se sugiere realizar diversos test destinados a evaluar la producción de anticuerpos antidecarboxilasa del ácido glutámico (GADA), anticuerpos antiislotes (ICA), autoanticuerpos contra proteína-2 asociada con insulinoma (IA-2) y anticuerpos contra el transportador de zinc (ZnT8), dado que se caracteriza por la presencia de anticuerpos de la decarboxylasa del ácido glutámico-65 (GAD65) y/o anticuerpos antiislotes.

Diabetes Mellitus  Gestacional:
La diabetes mellitus gestacional (DMG) es una forma de diabetes mellitus inducida por el embarazo. No se conoce una causa específica de este tipo de enfermedad pero se cree que las hormonas del embarazo reducen la capacidad que tiene el cuerpo de utilizar y responder a la acción de la insulina. El resultado es un alto nivel de glucosa en la sangre (hiperglucemia). La incidencia de la DMG es de un 3-10% de las mujeres embarazadas. Una de las consecuencias más frecuentes es un incremento de peso desproporcionado del bebé y una mayor probabilidad de que el bebé desarrolle obesidad y/o diabetes de tipo 2 en su vida adulta 
Etiología:
Aparte de la función de intercambio de nutrientes entre la madre y el feto, la placenta también presenta una función endocrina gracias a la liberación de esteroides, que tienen acción hiperglucemiante, bloqueando la función de la insulina en los órganos diana. Otra hormona que favorece la nutrición del feto es el lactógeno placentario que lleva a cabo un proceso de gluconeogénesis para mantener niveles basales de glucemia, fundamentales para el desarrollo del feto. Estos dos factores, la esteroidogénesis y el lactógeno placentario, son los que hacen que una mujer pueda debutar con una diabetes durante el embarazo, y esto ocurre en el segundo trimestre que es cuando la placenta empieza a funcionar adecuadamente.
Cuadro Clónico:
Los síntomas que se pueden presentar abarcan:
·         Visión borrosa
·         Fatiga
·         Infecciones frecuentes, incluyendo las de vejiga, vagina y piel
·         Aumento de la sed
·         Incremento de la micción
·         Náuseas y vómitos
·         Pérdida de peso a pesar de un aumento del apetito
Factores de Riesgo
Los factores de riesgo para sufrir DMG son:
·         Historia familiar de diabetes tipo II.
·         Edad de la mujer, a mayor edad mayor riesgo. Embarazos después de los 30 años.
·         Raza, son más propensas las afroamericanas, nativas norteamericanas e hispanas.
·         Obesidad.
·         Diabetes gestacional en otro embarazo.
·         Haber tenido en un embarazo previo un niño con más de 4 kilos.
·         Fumar dobla el riesgo de diabetes gestacional.
Diagnostico:
El diagnóstico de Diabetes Gestacional se hace cuando la glucemia basal es superior a 125 mg/dl en dos ocasiones o bien superior a 200 mg/dl en una sola determinación. Para detectar la diabetes gestacional se pueden utilizar varios métodos: El test de O'Sullivan se debe realizar de forma rutinaria para evaluar la forma en que las embarazadas metabolizan los carbohidratos. En caso de que éste salga alterado se debe realizar una curva diagnóstica con una carga de 100 g de glucosa. Los valores normales son 105 mg/dl (basal), 190 mg/dl (60 minutos), 165 mg/dl (120 minutos) y 145 mg/dl a las 3 horas. Si dos de ellos son anormales (por ejemplo, 210 mg/dl a la hora y 182 mg/dl a las 2 horas) se confirma el diagnóstico de Diabetes Gestacional, aún con una glucemia basal normal de 79 mg/dl o de 130 mg/dl a las tres horas. Si solo uno de los valores está alterado el diagnóstico sería de Intolerancia a la glucosa del embarazo
Tratamiento:
El tratamiento de DMG, como en otros tipos de diabetes mellitus, se centra en mantener el nivel de azúcar en sangre en los rangos normales. El tratamiento puede incluir las siguientes actuaciones:
·         Dieta especial
·         Ejercicio
·         Control diario del nivel de azúcar en sangre
·         Inyecciones de insulina
A menudo, la diabetes gestacional puede ser tratada con dieta y ejercicio. Si este tratamiento no resulta, se procederá a la administración de insulina.

Diabetes  Tipo MODY:
La diabetes tipo MODY (del inglés Maturity Onset Diabetes of the Young) se caracteriza porque los enfermos debutan con menos de 25 años, porque su herencia es autosómica dominante (por eso es frecuente encontrar 3 generaciones de una misma familia afectadas) y porque no necesita ninsulina al menos en los 5 años posteriores al diagnóstico. Se conocen 7 genes implicados de diabetes MODY. La mayoría de ellos son factores de trascripción que intervienen en el desarrollo embrionario. Según cuál sea el gen implicado se puede clasificar en distintos tipos. Siendo MODY 2 y MODY 3 los más comunes.

Subtipos:

MODY 1

Debida a mutaciones del gen HNF-4a. Factor de transcripción que regula positivamente HNF1-a, por eso presenta muchas características clínicas comunes con MODY 3. Hay un deterioro progresivo de la tolerancia a la glucosa y una alteración de la respuesta a glucagón y pirofosfato ya que se afectan también las células α. En estos enfermos las células beta disminuyen su respuesta a partir de concentraciones de glucosa de 7 mM. Entre el 30 y el 40 % de estos necesitarán tratamiento con insulina.

MODY 2

En este caso el defecto no se encuentra en un factor de transcripción sino en distintas mutaciones del gen de la glucosa kinasa que provocan una disminución de su actividad fosforiladora. Es una diabetes que raramente presenta síntomas y no necesita tratamiento específico, excepto en el embarazo. Presentan una secreción de insulina en respuesta a glucosa retardada y un menor incremento de glucógeno hepático.
Se han descrito también mutaciones inactivantes de este gen en homozigosis que causan una diabetes neonatal permanente, así como mutaciones activadoras en heterozigosis que causan hipoglucemia hiperinsulémica persistente en la infancia. La diabetes neonatal tiene una prevalencia de 1 entre 300000 nacimientos y también puede ser debida a mutaciones en alguna de las subunidades del canal de K+ dependiente de ATP (implicado en la señalización de la célula beta pancreática) que provocan alteraciones en la secreción de insulina. Dependiendo de la región donde esté la mutación esta diabetes neonatal será permanente o transitoria.

MODY 3

Debida a mutaciones en el gen HNF-1a, factor de transcripción expresado en el páncreas, hígado y riñón. Interviene en el desarrollo embrionario y está regulado por si mismo o por HNF-4a (causante de MODY 1). Los afectados presentan una glucemia normal hasta los 10 años, luego hay un deterioro de la tolerancia a glucosa, hecho que causa una necesidad de tratamiento (dieta, hipoglucemiantes o insulina). Este es el tipo más frecuente en la población adulta de procedencia hospitalaria.
Estos enfermos, como todos los que tienen afectados factores de transcripción involucrados en MODY, tienen un deterioro en la función beta pancreática al largo de su vida, de forma que a los 30 años ya tienen una evidente disminución de la secreción de insulina. Por eso, los MODY 2 (que tienen afectada la glucoquinasa) presentan una concentración de glucosa en ayuno que prácticamente no cambia con la edad, mientras que en los MODY 3 se observa un incremento progresivo que hace que a los 30 años ya presenten concentraciones de glucosa muy elevadas.

MODY 4

Causada por mutaciones en el gen IPF-1, implicado en el desarrollo pancreático y en la regulación de la expresión del gen de la insulina, glut-2 y glucosa quinasa. Si las mutaciones están en homozigosis hay agenesia pancreática. Tiene prevalencia y penetrancia baja y solo requiere tratamiento con insulina en el 30% de los casos.

MODY 5

Debida a mutaciones en el gen HNF-1Beta, éste es un factor de transcripción nuclear que funciona como homodímero o como heterodímero con HNF-1a. Las características clínicas son muy variables y dependen de la familia. Se presenta asociada a quistes renales (mutaciones de este gen son una causa importante de enfermedad renal), disgenesia biliar y agenesia gonadal.

MODY 6

Mutación en Beta 2/Neuro D1, un factor de transcripción, cuyo locus se encuentra en el brazo largo del cromosoma 2. Expresión tisular: páncreas, intestino, SNC.
Los afectados presentan una glucemia normal hasta los 10 años, luego hay un deterioro de la tolerancia a glucosa, hecho que causa una necesidad de tratamiento (dieta, hipoglucemiantes o insulina). Este es el tipo más frecuente en la población adulta de procedencia hospitalaria.

Análisis genético

A menudo es difícil el diagnóstico del gen implicado ya que los factores de transcripción afectados en este tipo de diabetes pueden estar inα (a su vez este regula HNF-1α y HNF-1β), IPF-1 y Neuro D1 que tienen distintas dianas que afectan el metabolismo, el desarrollo de células beta o el recambio proteico y por eso pueden ser causantes de diabetes MODY. Aun así, cuando sea posible, el análisis genético facilita un diagnóstico precoz que permite hacer un pronóstico dependiente del factor genético, haciendo posible un tratamiento específico. La metodología que se sigue se basa en aislar el ADN de leucocitos y amplificar por PCR los exones a estudiar (de los que se conocen mutaciones). Estos fragmentos amplificados se analizan por SSCP, aunque este método tiene el inconveniente de la posible perdida de algún caso, ya que hay aproximadamente un 5% de falsos negativos. Los fragmentos mutados se pueden secuenciar a posteriori para conocer exactamente la mutación que provoca el fenotipo observado.

Diabetes  Insípida renal o glucosuria renal:
La diabetes insípida (del lat. insipidus: «sin sabor») es una enfermedad producida por deficiencia absoluta o relativa de vasopresina, o por resistencia a su efecto. Los pacientes presentan poliuria hipotónica a pesar de que tienen elevados el sodio y la osmolaridad. Hay dos clases: diabetes insípida central (la más frecuente en humanos) y la diabetes insípida nefrogénica.1
La alteración en la diabetes insípida central es el resultado de un déficit de la hormona antidiurética (vasopresina), que es la encargada de limitar la excreción de agua a nivel renal. Lo singular de esta hormona es que elhipotálamo la produce y luego es almacenada hasta ser liberada en el flujo sanguíneo por la hipófisis posterior.
En el caso de la diabetes insípida nefrogénica, la alteración ocurre a nivel de los canales de aquaporina tipo II en el túbulo colector lo cual impide un correcto funcionamiento de la vasopresina, a pesar de que sus niveles en el plasma estén dentro del rango normal.

Diabetes insípida central

Existe un daño a nivel central que impide la correcta producción y/o secreción de hormona antidiurética.

Diabetes insípida nefrogénica

Artículo principal: Diabetes insípida nefrogénica
Existe una alteración a nivel renal que impide la acción de la vasopresina.

Diabetes insípida dipsogénica

La DI dipsogénica es una forma de polidipsia primaria. Ocurre debido a un daño en el mecanismo productor de la sed, el cual está localizado a nivel del hipotálamo. El defecto resulta en un aumento anormal en la sed y la ingesta de agua lo cual produce una supresión en la liberación y secreción de vasopresina, conduciendo a un aumento en la excreción renal de agua.

Diabetes insípida gestacional

Tiene lugar cuando la falta de vasopresina ocurre sólo durante el embarazo. ( No siempre ) Se debe a un posible daño en la hipófisis o glándula pituitaria o bien porque la placenta destruye la vasopresina demasiado rápido y esta no puede cumplir sus funciones a nivel renal.

Etiología:

Diabetes insípida central

La diabetes insípida puede ser consecuencia de un mal funcionamiento del hipotálamo que da como resultado una escasa producción de hormona antidiurética. Otras posibilidades son que la hipófisis sea incapaz de liberar la hormona en el flujo sanguíneo, lesiones producidas durante una intervención quirúrgica del hipotálamo o de la hipófisis, una lesión cerebral (particularmente una fractura de la base del cráneo), un tumor, la sarcoidosis o la tuberculosis, un aneurisma o una obstrucción de las arterias que van al cerebro, ciertas formas de encefalitis o meningitis, y una rara enfermedad denominada histiocitosis X (enfermedad de Hand-Schüller-Christian).
En algunos casos excepcionales, un paciente tiene síntomas psicológicos de sed exagerada, con lo que consume un gran volumen de líquidos y presenta una emisión excesiva de orina. Estos síntomas se asemejan a los de la diabetes mellitus. A medida que pasa el tiempo, el consumo exagerado de líquidos disminuye la sensibilidad a la hormona antidiurética.
 Cuadro Clónico:
La diabetes insípida puede comenzar de forma gradual o brusca a cualquier edad. Habitualmente, los únicos síntomas son la sed exagerada y la excesiva producción de orina. Un paciente puede beber enormes cantidades de líquido (de 4 a 10 litros al día) para compensar las pérdidas que se producen en la orina. Cuando esta compensación no es posible, puede producirse rápidamente deshidratación y, en consecuencia, disminución de la presión arterial y choque. La persona afectada continúa orinando en grandes cantidades y con frecuencia durante la noche, teniendo que despertar cada pocas horas.
 Diagnostico:
Los médicos sospechan la existencia de diabetes insípida en los pacientes que producen grandes cantidades de orina muy diluida. En primer lugar, controlan la cantidad de azúcar en la orina para descartar que se trate de un caso de diabetes mellitus. Un análisis de sangre mostrará concentraciones anómalas de muchos electrólitos, como el sodio.
La prueba de restricción de agua es la más simple y la más fiable para determinar la existencia de diabetes insípida. Dado que no le está permitido al paciente beber líquidos durante la prueba y que podría producirse una deshidratación grave, la prueba debe efectuarse bajo vigilancia médica. La producción de orina, las concentraciones electrolíticas (sodio) en la sangre y el peso se miden regularmente durante varias horas. Tan pronto como la presión arterial se reduce, o la frecuencia cardíaca aumenta, o se pierde más del 5 por ciento del peso corporal, se interrumpe la prueba y se suministra una inyección de hormona antidiurética. El diagnóstico de diabetes insípida se confirma si, en respuesta a la hormona antidiurética, la micción se detiene, la presión arterial aumenta y el corazón late de forma más normal.
Tratamiento:
Siempre que sea posible, debe ser tratada la causa subyacente de la diabetes insípida. En el caso de la diabetes insípida central,se suministrará vasopresina o acetato de desmopresina, formas modificadas de la hormona antidiurética, con un vaporizador nasal varias veces al día, para mantener una producción normal de orina. Sin embargo, la administración excesiva de estos fármacos provoca retención de líquidos, hinchazón y otros trastornos. A los pacientes con diabetes insípida que estén siendo sometidos a una intervención quirúrgica o que estén inconscientes, generalmente se les inyecta hormona antidiurética. Desde el año 2003[cita requerida] ya existe la posibilidad de suministrar acetato de desmopresina en forma de comprimidos, que no necesitan refrigeración, permiten una mejor distribución a lo largo del día, y evitan los inconvenientes del vaporizador.
El uso de esta hormona está totalmente contraindicado en la hipertensión intracraneal, que puede ser otro efecto que acompañe a los daños en la hipófisis o hipotálamo en el caso de traumatismo craneal o tumor cerebral. En estos casos es urgente el corregir esta situación antes de tratar la diabetes insípida.
A veces, la diabetes insípida se puede controlar con fármacos que estimulen la producción de hormona antidiurética, tales como la clorpropamida, la carbamazepina, el clofibrato y varios diuréticos (tiacidas). Estos fármacos no son adecuados para aliviar completamente los síntomas en pacientes con diabetes insípida grave.
La diferenciación entre el origen de la diabetes insípida tiene relación con la conducta y el tratamiento a seguir.
Cistinosis o amino-diabetes:
La cistinosis es una enfermedad por almacenamiento lisosómico producida por una mutación en el gen CTNS localizado en el cromosoma 17. Es una afección rara que afecta de 1/100.000 a 1/200.000 niños.
Se caracteriza por una acumulación de cristales formados por el aminoácidocistina en el interior de las células del riñón, córnea y otros tejidos. Es un trastorno de origen genético que se hereda según un patrón autosómico recesivo, lo cual significa que para que un individuo presente la enfermedad debe recibir una copia del gen anómalo de cada uno de sus dos progenitores.
La acumulación de cistina en la córnea produce disminución de la agudeza visual que puede llegar a ceguera. En el riñón provoca insuficiencia renal y es una de las causas más frecuentes de Síndrome de Fanconi en la infancia. El síndrome de Fanconi se produce como consecuencia de un daño en las células del túbulo proximal que se manifiesta por cantidades anormalmente altas de glucosa, aminoácidos, fosfato y bicarbonato en la orina, hipocaliemia, acidosis y retraso del crecimiento.
Fosfato-diabetes, incluyendo el síndrome de Fanconi.
Prediabetes:
La prediabetes es un término médico que se refiere a niveles de glucosa en sangre por encima de los valores normales pero no son tan altos como para llamarse diabetes mellitus—un nivel entre el normal y el de la diabetes. Aquellos individuos que tienen niveles de glucosa en valores de prediabetes tienen un elevado riesgo de tener diabetes mellitus tipo 2 en el futuro, así como de desarrollar complicaciones cardiovasculares. Sin embargo, la prediabetes es asintomática y con reducir el consumo de alimentos con índice glicemico medio, y restringir los alimentos de índice glicemico alto en la dieta, aumentar la actividad física y al bajar el peso se puede dar marcha atrás a la prediabetes y, por tal razón, retrasar o prevenir la diabetes tipo 2. La prediabetes tiene un componente conocido como intolerancia a la glucosa y la glucosa en ayunas alterada.
Factores de Riesgo:
Los siguientes factores de riesgo están asociados a la aparición de la prediabetes:
·         Antecedentes familiares de diabetes mellitus
·         Síndrome metabólico y/o niveles de glucosa anormales
·         Enfermedad cardiovascular
·         Hipertensión arterial
·         Niveles elevados de triglicéridos
·         Niveles bajos de HDL
·         Sobrepeso u obesidad
·         Mujeres con diabetes gestacional o que hayan tenido recién nacidos con peso al nacer mayor de 4 kilos y/o síndrome de ovario poliquístico
Valores:
Los resultados que indican prediabetes:
 El A1C es una prueba que mide el nivel promedio de glucosa en sangre durante los últimos 3 meses.
·         Un A1C de 5.7% – 6.4 %
Prueba que se realiza a primera hora en la mañana, midiendo el nivel de glucosa sanguíneo en ayunas.
·         Glucosa en la sangre en ayunas de 100 – 125 mg/dl
También se emplea el término prediabetes, incluyendo:
·         Intolerancia a la glucosa
·         Glucemia basal alterada
Fuente: wikipedia.org en referencia a:  
 Joe A. Florence y Bryan F. Yeager (15 de mayo de 1999). American Academy of Family Physicians (ed.): «Treatment of Type 2 Diabetes Mellitus» (en inglés). Consultado el 26 de septiembre de 2009.
Jennifer Mayfield (15 de octubre de 1998). American Academy of Family Physicians (ed.): «Diagnosis and Classification of Diabetes Mellitus: New Criteria» (en inglés). Consultado el 26 de septiembre de 2009.
Harrison Principios de Medicina Interna 16a edición (2006). «Capítulo 338. Diabetes mellitus» (en español). Harrison online en español. McGraw-Hill. Consultado el 22 de julio de 2009.


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